Reims, ciudad de las consagraciones y del champán, está situada al noreste de Francia, a unos 129 kilómetros de la capital, París. Es la ciudad más grande de su región, Champaña-Ardenas y cuenta con cuatro monumentos declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO: la catedral de Notre-Dame, el palacio de Tau, la basílica de Saint-Remi y el museo de Saint-Remi. Pero también es una ciudad que sufrió los embates de las dos Guerras Mundiales, sobre todo de la Segunda. La generosidad de la familia Rockefeller, que hicieron grandes donaciones para su reconstrucción a partir de 1945, permitió en gran parte que la ciudad sea como es hoy.
La principal joya de Reims es la catedral de Notre-Dame, escenario de la consagración de 33 reyes de Francia, que destaca por su unidad arquitectónica y extraordinaria estatuaria del siglo XIII. En su interior resalta la gran claridad de la nave y las espléndidas vidrieras, algunas de ellas del siglo XIII. También sorprenden las vidrieras azueles de la capilla axial, diseñadas por el artista contemporáneo Marc Chagall y las magníficas estatuas de ángeles con las alas desplegadas.
Al lado se encuentra el palacio de Tau, arzobispado y sede de los banquetes conmemorativos de las consagraciones. Hoy día alberga en su interior al museo de la Obra de Notre-Dame, donde se exponen tapices, esculturas, el tesoro de la catedral y objetos relacionados con las consagraciones. La basílica de Saint-Remi, construida en el siglo XI y prácticamente destruida durante la Primera Guerra Mundial, conserva las reliquias del Arzobispo Saint-Remi, quien convirtió a Clovis al cristianismo. Junto a ella, en la antigua abadía real, se encuentra el museo del mismo nombre. Su impresionante arquitectura destaca por el bello claustro y la monumental escalera principal.
El mayor arco triunfal conocido del mundo romano en la ciudad es la Puerta de Marte. Con sus 30 metros de longitud y casi 15 de altura, además de su conjunto de cuatro arcos que representan las cuatro puertas de la ciudad de Durocortorum (nombre de Reims en aquella época), se encuentra prácticamente intacto a día de hoy. El interior de sus arcos están ricamente decorados, incluyendo una representación de la mítica loba que amamanta a los gemelos Romulus y Remus, fundadores de Roma.
La Villa Demoiselle es otro importante monumento de la ciudad. Se trata de una verdadera obra maestra construida a principios del siglo XX que mezcla el estilo del Art Deco con el Art Nouveau. El parque público más grande de la ciudad es el Parc de Champagne, a las afueras de la ciudad y cercano a las Bodegas de Champán. Al lado de la Villa se encuentra el Parque Bute Saint-Nicaise, otro oasis verde de Reims.
La región de las Champaña-Ardenas cuenta con 25.000 hectáreas de viñedos y unos 50 productores vinícolas, y en los alrededores de Reims se encuentran desde hace siglos las mejores casas de champán del mundo. De las nueve bodegas que se encuentran en la ciudad, la más conocida es Vranken Pommery. El champán está incluido en la cultura y forma de vida de la ciudad, por eso se encuentran muestras de ello en todos los rincones de la ciudad.
Un monumento poco conocido por los turistas es la basílica de Santa Clotilde, con una arquitectura neobizantina y una fachada sorprendente, pero atípica. Del mismo modo, otro lugar desconocido es la Biblioteca Carnegie, con una magnífica decoración Art Deco que parece haberse sacado de los Estados Unidos de 1920.
Entre los museos de la ciudad destacan el Museo Hotel Le Vergeur, situado en una mansión del siglo XV, hogar del coleccionista y patrón Hugues Krafft; el Museo Automovilístico Reims Champagne, uno de los museos automovilísticos más grandes de Francia; el Museo de la Rendición, dedicado a la rendición alemana firmada en la ciudad el 7 de mayo de 1945; o el Museo de Bellas Artes de Reims, donde se albergan importantes obras de arte.
En Reims se pueden encontrar numerosos restaurantes y brasseries donde poder degustar la deliciosa gastronomía de la zona, a base de jamón de Reims, paté, jabalí o quesos de Denominación de Origen de Chaource. En el Mercado du Boulingrin, cercano a la Puerta de Marte, o en tiendas especializadas como Aux Gourmets des Halles, se pueden comprar muchos de estos productos. Es en esta ciudad donde también se pueden degustar las populares galletas rosas de la Maison Fossier, la marca de galletas más antigua de Francia.